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16 Pág. Ciencia y medioambiente EnergĂ­a nuclear en el foco del debate

 

El vapor arrastró material radiactivo y el hidrógeno acumulado en ese edificio acabó reaccionado con el oxígeno del aire para producir grandes explosiones que destruyeron esos edificios y permitieron la liberación de los vapores radiactivos.

No hubo más remedio en los días posteriores que enfriar los reactores con agua de mar y eso dió lugar a la contaminación de miles de toneladas de esa agua que volvió al mar, contaminado esa zona costera.

El reactor número 4 tenía el reactor vacío, pero cerca de él hay una piscina que guarda el combustible gastado, el cual debe permanecer ahí durante unos cinco años para que enfríe y pierda una parte de su toxicidad. Esa piscina debe estar refrigerada, y la falta de electricidad también dio lugar en ese reactor a la liberación, desde la piscina, de vapores radiactivos. Por tanto, en distinta medida los reactores 1, 2, 3 y 4 estuvieron liberando substancias radiactivas poco a poco, pero sin pausa, desde practicamente el primer día después del terremoto.

 

LA CONTAMINACIÓN RADIACTIVA.

Las liberaciones contínuas  de vapor y las explosiones de hidrógeno dañando los edificios favorecieron la emisión de importantes cantidades de isótopos radiactivos.

Sin entrar en detalles técnicos, debemos indicar que estamos sometidos a una media de radiación de 2,4 mSv (miliSievert) por año, y un trabajador de una central nuclear tiene un límite de dósis de 100 mSv cada 5 años.

El miércoles 16 de Marzo se alcanzaron 1000 mSv/hora en las proximidades de la central, y por tanto si estuviésemos solo un hora en ese lugar estaríamos expuestos a una radiactividad equivalente a diez veces la máxima permitida por un técnico de la central en cinco anos.